Deformidad

Así pues yo comenzaba a acercarme a Joaquin, diciéndole frases que me excitaban por el hecho que yo mismo lo iba a matar, me sacaba una que otra sonrisa que yo le dijese "hace bastante que no te he visto, te fuiste y ni siquiera tomaste la decencia de decir que te ibas a mi o a mi hermana", cada vez que yo daba un paso el daba una hacia atrás, para su mala fortuna su habitación quedaba pegada al balcón, en el que si quisiera hubiera podido saltar para tener un suicidio tan hermoso, que su misma sangre haría una hermosa y bella obra de arte, mas aun así no quiso hacerlo y por mas tonto me facilito las cosas al invitarme a su cementerio llamado hogar, para que pudiéramos aclarar, las cosas y por supuesto que hizo que aclarara mi mente para su próxima e inevitable muerte, el quiso que yo entrara primero pero no accedí por lo que yo lo empuje hacia adentro, ya que es él dueño, y seria descortés o ¿acaso me equivoco?, el miro como cerré la puerta sellándola con el seguro, y aclarar nuestras diferencias, y opiniones el se justificaba tan aburridamente sentado en aquel sillón naranja, yo tomaba de un poco de coñac que tenia ahí, aun invitado jamas se le niega un vaso de de alcohol y mas si los invitados son amigos y es por eso es que me lo serví antes de que me lo ofreciera, de esa manera fue entonces que seguí escuchando sus estúpidos arrepentimientos, y fue donde aquella botella de coñac brillo y destello como la arma blanca mas efectiva y somnífera que puede pedir alguien como yo, estrellándola en su cabeza quedando él desmayado mientras yo lo ataba de pies, manos, piernas, tórax y boca, esta ultima metí un trapo blanco que usaba para limpiar atado a su boca con una franela también blanca que yo cargaba, justamente con el único propósito de que el miraba el color blanco como un símbolo pureza y santidad, al igual yo veía que el mancho tan sagrado color que su sangre sucia teñiría, el blanco en maldad, traición, y pecado a través de su boca mientras yo claro haría unas cuantas inserciones con mi cuchillo dentro de su cuerpo, mientras su sangre se podría en su boca. El despertó y fue cuando el show comenzó a brindarnos el espectáculo que esperamos todos.
Pero para esto no se encontró con su amigo, sino que se encontró con el Señor deformito una mascara hermosa hecha de cuero que siempre me hacia reflexionar que la vida solo es una mascara llena de traidores, sanguinarios y era hora de que viera el poder de una simple mascara, así que bueno el queriendo gritar no podía debido a lo que anteriormente había metido a su asquerosa boca, a si que cada vez que hacia eso lo golpeaba tan fuerte que mas de dos veces lo tire al piso, mientras mi mano experimentaba dolor y cansancio que mas allá de todo esto sentía emoción y adrenalina que hiciera que lo golpeara mas fuerte hasta que después de que se me quito la motivación, lo mire y no me encontré con mi amigo sino con una persona que usaba una mascara de un monstruo jamas creado, bueno al menos lo cree yo, morado y negro vestían su rostro,en innumerables protuberancias que adornaban su rostro, fue ahí que el cazador había pegado el tiro, y aún retorciéndose aquel estúpido conejo vería su suerte con ese cuchillo que traía consigo el cazador; así pues la excitación que me provocaba el enterrar el cuchillo hacia que se erectaba mi pene, hasta ver el hermoso y trágico final, aun así me sentía Dios al traspasar una y otra vez sus piernas, sus brazos, jugando tan hermosamente, que el final fue tan hermoso.

Y es así como los filósofos mencionan que el alma esta compuesta por la esencia prima, que es el espíritu, el cual puede ser tan blanca o negra según la acciones y que estas mismas, y mi alma es blanca debido a que la esencia del Sr. deformito fue la que se pudrió y no la mía, y es así que si yo fuera hipócrita diría que yo fuera el mismo, y esto lo he venido aprendiendo gracias a las personas que rodean al mundo. Mas este no fue el único
crimen que el Sr. deformito realizo, sino es el comienzo.
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